A nivel psicológico y emocional, el encierro derivado por el COVID-19 también representa un reto, pero es posible permanecer positivos fortaleciendo nuestra salud mental.

Estamos en una situación mundial nunca antes vivida por la humanidad. ¿Por qué? Porque en esta ocasión TODOS sabemos lo que está ocurriendo. Hemos visto y escuchado muchísima información, (creo más de la necesaria) en la televisión, radio, diarios, o en las redes sociales sobre el nuevo virus COVID-19. Sin embargo, muchas noticias se contradicen, unas son más objetivas, otras son fake news, otras son catastróficas, otras tranquilizan, otras nos hacen reír. Realmente buscamos la información que nos haga más sentido, aquella que nos tranquilice.

En México es un hecho que quedarse en casa es necesario para evitar que la pandemia se propague. Aquí no te multarán por salir o el ejército está desplegado. Aquí no es necesario ese tipo de medidas, y esperemos que continúe así.

Lo que si me hace sentido es que este virus no mata a millones de personas porque de ser así, ya hubiera sucedido. Sabemos que el porcentaje de muertes es bajo comparado con el número de personas afectadas. La gran mayoría no muere.

De la noche a la mañana nos encontramos ante una amenaza que solo habíamos visto en películas. Anoche me puse muy triste por todos, por los chinos, italianos, españoles, y todo aquél que sufre por el motivo que sea. Me sentí muy triste por las familias que están perdiendo a seres queridos, porque este es el dolor más grande que puede vivir un ser humano. Por todas las personas que tienen pánico. Por los que viven al día y verán su economía afectada.

Pero hoy, quiero poner en perspectiva la situación. Al ver las nuevas cifras, datos sobre los esfuerzos médicos, medidas de prevención, la reacción del público, la nueva canción de La Oreja de Van Gogh, lecturas que concientizan,  me siento optimista.

Mi conclusión es esta. No, de ninguna manera este virus nos vencerá. Porque esta es la primera vez que toda la humanidad está involucrada, y esto hace la unión y solidaridad de casi 8 billones de personas frente a la adversidad. Nos hemos unido en un solo propósito: no enfermar y no contagiar. No importa si es por miedo o por convicción. Esto es maravilloso. Por lo tanto, me queda claro que no es el fin del mundo.

Pero me preocupan las personas que viven del comercio informal, los profesionales independientes, las personas que padecen ansiedad, los hiperactivos, las mamás de niños y ellos también, los adultos de la tercera y cuarta edad que están en riesgo, los enfermos de cáncer, los artistas, las empresas que no percibirán los ingresos suficientes para mantener a todos sus empleados, en fin, tanta y tanta gente afectada de formas diferentes.

Quiero pensar que así como nos hemos unido en UNA SOLA HUMANIDAD, nos unamos para apoyarnos unos a otros, en lo que podamos, en la medida de nuestras posibilidades. Estaré publicando información para darles ideas y contención ante esta situación.

Hace varios años ya, que imparto cursos sobre Psicología de la Prosperidad, y no me queda la menor duda que son para estos momentos de miedo y duda, de “profecías” de una mala economía que nos pegue a todos por igual. Quienes tomaron estos cursos, repasen sus apuntes. Pero ya les iré compartiendo a todos información útil para estos tiempos de incertidumbre.

Hace muchos años empecé a aprender lo que es vivir en el presente, por favor no quiere decir olvidar los aprendizajes pasados o no planear y proyectar hacia el futuro. Vivir en el presente no es fácil pero si es útil. Cuando mi hermana y el hombre que amaba fallecieron sorpresivamente, cuando la vi y hable con él el día anterior, estaban llenos de vida. Desde entonces me di cuenta que la vida se va en un instante. Hace 3 años tomé un curso de 8 semanas que me enseñó a usar la respiración para calmar mi cuerpo por tanto a calmar mi mente. La respiración me trae al presente. Pero ya les escribiré más sobre esto.

¿Qué puedo recomendar para el día a día?

  • Vivir solo por hoy. Resolver lo que cada día te trae. Estar presente. No rumiar ni divagar.
  • Si sientes ganas de llorar, llora por favor para que te desahogues. Estamos viviendo un duelo mundial.
  • Respirar si te sientes ansioso o estás sobrepasado emocionalmente. Inhala en 4 tiempos y exhala en 6. Unas 2 o 3 veces que lo hagas es suficiente. Esta respiración calma hasta el llanto más profundo.
  • Si tienes pensamientos catastróficos, tipo de todo o nada, respira y cambia de actividad, o cambia esos pensamientos por unos optimistas.
  • Lo más importante es mantenerse tranquilos, porque el estrés es el mayor enemigo de tu sistema inmunológico.
  • Acompaña (con las debidas protecciones) y/o llama a los adultos mayores, como tus abuelos, padres, tíos. Se sentirán amados y acompañados, estate muy al pendiente de ellos. No queremos que se depriman porque su sistema inmunológico se deprimirá también. Te necesitan más de lo que imaginas. Creo que es la etapa en la que más nos necesitan. Se sienten muy vulnerables.
  • Procura no pelearte con las personas con las que vives. El encierro predispone a la violencia y a tener conductas erráticas.
  • Ve noticias únicamente 2 veces al día, por la mañana y por la tarde. En la noche ve algo positivo para que duermas bien.

En mis cuentas Instagram psicberthavasconcelos y Facebook Bertha Vasconcelos estaré publicando más tips para sobrellevar esta situación.