Si no puedes…al menos ama lo que haces.
Amar lo que haces; vivir bien de lo que más te apasiona hacer es de lo más afortunado que una persona puede lograr para sí mismo. Sin embargo, no es fácil ni gratuito. Puede llevar algunos años de perseverancia y esfuerzo enfocado e inteligente para construir una empresa, una práctica privada, una consultoría, posicionarse en el mercado, ser reconocido como especialista, autor, en fin, hay tantas y tantas posibilidades para todos.
COMO AMAR EL TRABAJO ACTUAL (si aún no te dedicas a lo que más te hace feliz)
Hay un gran número de personas que trabajan en algo que no les gusta realmente. Si tu eres una de éstas, te sugiero que mientras no encuentres tu trabajo ideal, lo hagas bien, con entusiasmo y buena actitud, ámalo y agradece por tenerlo diariamente, porque a pesar de no ser tu pasión, quisiera pensar que te permite cubrir tus necesidades y responsabilidades. De todas formas, me encantaría que ya estés buscando otro empleo o modelando tu trabajo ideal.
¿Por qué te sugiero que tengas una actitud positiva? Porque ese empleo te ha permitido acumular conocimientos y experiencia, como el adquirir un alto nivel de expertise, especialización y/o reputación. De hecho, si pones atención, hay muchas actividades o tareas de tu puesto de trabajo que te gusta hacer. ¿Sabes por qué te agradan? Porque estás usando talentos y habilidades que posees, que te son innatos. Así que pon especial atención a éstos porque tienen la cualidad de ser transferibles a otros empleos, trabajos o actividades. Identifícalos, principalmente porque a ellos les debes el éxito que has tenido hasta ahora.
Lo que de plano no te gusta del empleo, te servirá para saber qué es lo que si quieres para tu próximo trabajo; porque es justo lo opuesto. Ahí está la clave de modelar tu trabajo ideal hasta tener una definición clara de lo que quieres. Esto hará que se materialice más rápido y con mayor facilidad. Los siguientes ejemplos te darán algunas ideas para elaborar una lista de al menos 20 requisitos de tu trabajo ideal:
- ¿Detestas hacer 2 horas de recorrido a tu trabajo? Tradúcelo a lo que si quieres: Que solo te tome llegar a tu trabajo de 30 a 40 minutos desde tu casa.
- ¿Te disgusta tener un mal jefe? Elige a tu próximo jefe, que sea buen líder, a quien admires, que te enseñe y desarrolle, que reconozca tu labor, etc.
Pero, por favor, aunque odies tu trabajo actual, deja la actitud negativa, las malas caras, esos malos modos hacia tus clientes, compañeros y/o jefes, abandona la pereza, el quejarte constantemente, el rezongarle a tu jefe. Porque solo traerás cosas negativas a tu vida y a los demás. Y, si no puedes evitarlo, renuncia lo antes posible si puedes solventarlo. Se honesto contigo mismo para que te lleguen cosas maravillosas más rápido.
Si a pesar de todo, tienes algunos retos atractivos, quiere decir que ese trabajo te permitirá aprender y adquirir nuevas habilidades/ conocimientos que te darán un sentido de logro importante, sobre todo un gran crecimiento tanto en lo personal como profesional. Pero no quites el dedo del renglón de visualizar tu trabajo ideal en todos aspectos.
¿CÓMO DEDICARTE A LO QUE TE APASIONA?
Empieza por construir el ideal de tu actividad laboral y profesional, analizando detenidamente cada una de tus experiencias laborales previas a fin de elaborar una visión de ti mismo; donde te visualices haciendo y viviendo de lo que realmente te hace sentir feliz. Después elabora un plan definido, como una escalera que vas subiendo escalón por escalón.
Considera cada trabajo que hayas tenido, cada especialidad o curso, todos los proyectos que has realizado, tus logros cuantificables y cualitativos, porque todo eso acumula valor para alcanzar las metas que te establezcas. Son los escalones que te han llevado a donde te encuentras ahora.
CREA TU VISIÓN: TU SUEÑO
Imagina a donde deseas llegar, como te ves a mediano plazo. Y una vez definida tu meta, establece una serie de pasos (escalones) que requieres para llegar ahí.
Empieza por anotar en el primer escalón dónde estás ahora y en el último a donde quieres llegar. Entonces escribe en el 2º escalón lo que seguiría y continúa escribiendo todos los pasos que necesitas hacer en cada peldaño para avanzar hasta el último escalón.
En este artículo te invito a que te visualices haciendo lo que más te llena el corazón. No se trata de pensar en lo que más dinero te pueda dejar, porque eso no necesariamente se trata de tu pasión. Por ejemplo: Comprar unidades de servicios de taxi para ponerlas a trabajar; comprar una franquicia que nunca ha sido tu verdadero sueño; invertir en criar cachorros de perros; poner una cocina económica cuando no te gusta cocinar. Existen incontables experiencias tuyas o ajenas que al final no funcionaron, a pesar de la gran cantidad de dinero que invirtieron. Muchos de los que están leyendo este artículo saben por experiencia propia que no funcionó entrar a un negocio que parecía atractivo por las ganancias, y resultó infructífero, o peor aún, perdieron una gran cantidad de dinero. La avaricia al final lleva a la derrota. Por ello, estoy casi segura que en los próximos años veremos caer (quebrar, enfermar o morir) a muchos multimillonarios que amasan fortunas simplemente por el poder y placer que les da el dinero por el dinero en sí mismo. Eso es avaricia. El nuevo paradigma para este siglo es dedicarse a lo que más te apasiona porque el dinero es su consecuencia.
Y si no estás satisfecho, pues elabora un plan de acción diferente. Una vez que llegues a tu meta, reformula una nueva meta y los pasos a seguir para llegar ahí. Para hacer esto no hay edad ni fin, es infinito mientras tengas vida. ¿Acaso no es emocionante saber que tienes infinidad de posibilidades?
A quienes ya encontraron su pasión y viven de ello, felicidades, pero déjenme decirles que ahí no para. Los invito a seguir soñando para que continúen creciendo de maneras sorprendentes y muy satisfactorias, también a nivel económico. Atrévanse a soñarse alcanzando lo imposible, sí, lo imposible. Porque ese imposible es solo por hoy, porque mañana serán posibles, tal como todo lo que has deseado que parecía imposible, y ya llegó.
Así que manos a la obra. Visualiza a dónde quieres llegar, qué quieres SER, como quieres ser reconocido y comienza de inmediato. Entonces ya me creerás que de ahí provendrá la verdadera abundancia y más sólida prosperidad que hayas tenido antes. Ya me contarás, espero tus historias de éxito.